Hoy, desde mi patio de butacas, vamos a hablar de la Valentía como fortaleza del carácter que se encuentra dentro del grupo del Valor o Coraje, entendiendo estas como las fortalezas emocionales que implican a nuestra voluntad en la consecución de grandes metas ante situaciones de dificultada extrema.
La Valentía o el Coraje una virtud humana, que se puede definir como la fuerza de voluntad que puede poseer una persona para llevar adelante una acción a pesar de los impedimentos.
El coraje es la habilidad de sobreponerse a dichos impedimentos y perseverar con las acciones a realizar y es la fuerza interior para hacer algo por alguien por ti mismo.
El coraje nos ayuda a sentirnos bien y orgullosos de nosotros al realizar algo que nos cuestas. Por lo tanto, es importante superar las adversidades cuando realmente lo necesitamos. https://es.wikipedia.org/wiki/Coraje.
De acuerdo con los expertos, ser valientes es tener el coraje de superar aquello que hemos elegido y tenemos delante. La valentía es un reto al que nos exponemos para crecer, aprender y superarnos, es decir vivir y para ello, lo primero es reconocer nuestros miedos y liberarnos de ellos.
“La valentía es levantarse para defender lo que uno cree” Sophie Turner
Profesionalmente el éxito es la recompensa de las personas valientes, que se atreven a vencer sus limitaciones y gestionar los riesgos a través de:
- Confiar en las capacidades propias
- Reconocer los miedos
- Describir los objetivos y las metas
- Escribir los resultados y celebrarlos
- Tener planes alternativos
- Perseverar y progresar
Blas de Lezo y Olavarrieta, almirante español (1689-1741), conocido por la singular estampa que le dieron sus numerosas heridas de guerra (un ojo tuerto, un brazo inmovilizado y una pierna arrancada).
Considerado uno de los mejores estrategas de la historia de la Armada Española, conocido por dirigir, junto con el virrey Sebastián de Eslava, la defensa de Cartagena de Indias durante el asedio británico de 1741.
“Una nación no se pierde porque unos la ataquen, sino porque quienes la aman no la defienden”
El 4 de abril el día que los británicos habían comenzado el bombardeo sistemático del castillo de San Luis de Bocachica, uno de los que protegía la ciudad, una bala de cañón había impactado en la mesa del Galicia en torno a la que estaban reunidos los mandos españoles en junta de guerra. Las astillas de la mesa hirieron en el muslo y en una mano a Lezo, la infección de estas le acabó causando la muerte.
Como es habitual entre los españoles, que casi nunca somos agradecidos con nuestros héroes en vida, fue el único de los principales protagonistas del asedio de Cartagena que no obtuvo recompensa alguna. El rey Carlos III recompensó al hijo de Lezo por las acciones de su padre. https://es.wikipedia.org/wiki/Blas_de_Lezo
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