La curiosidad como fortaleza del carácter

Hoy, desde mi patio de butacas, vamos a hablar de la Curiosidad como fortaleza del carácter que se encuentra dentro del grupo de la Sabiduría entendiendo estas como las fortalezas cognitivas que implican  la adquisición y el uso del conocimiento.

La curiosidad, es el aspecto emocional existente en los seres vivos por el que se  generan una serie de mecanismos que nos impulsan a la exploración, la investigación y el aprendizaje. La curiosidad nos  influye como individuos de forma positiva, en la búsqueda de información y en las relaciones con otros grupos. La  curiosidad es un instinto natural que nos ayuda a la supervivencia como especie.
Según los investigadores, todos nacemos curiosos, pero cada uno la vivimos de distinta manera, de aquí la célebre expresión inglesa “la curiosidad mató al gato”, ya que al tener muchas cautelas nos preocupamos de forma excesiva, y no es bueno, por ello decimos también “no hay que preocuparse sino ocuparse”.

Tener curiosidad en el trabajo y en la vida  nos ayuda  a enfrentarnos  y superar los cambios, ya que nos permite generar, desarrollar e implantar nuevas ideas. Sin embargo, según recientes investigaciones, los logros y el éxito dependerán del tipo de curiosidad que tenemos, ya que no es lo mismo la curiosidad social, por la que nos interesamos de la vida mediática de otras personas, que la curiosidad hacia el aprendizaje de nuevos conocimientos e información.

Según los expertos la falta de curiosidad en las personas  puede relacionarse con algunas enfermedades como la depresión y el Alzheimer.

A lo largo de la historia tenemos muchos y grandes  ejemplos de personajes curiosos, pero permitirme traer solo dos, por su gran relevancia hacia curiosidad:

• Albert Einstein (1879-1955), fue un físico alemán de origen judío, nacionalizado después suizo, austriaco y estadounidense. Se le considera el científico más importante, conocido y popular del siglo XX. https://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Einstein
  
  Son muchas las frases atribuidas a Einstein, de entre ellas aquella donde nos decía que no poseía ningún talento especial, sino ser “apasionadamente curioso”, entendiendo la curiosidad como una característica del carácter.
• Severo Ochoa de Albornoz (1905-1993) científico español, nacionalizado estadounidense en 1956,  de renombre internacional. En 1959 fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina.  https://es.wikipedia.org/wiki/Severo_Ochoa
  
  Su curiosidad le llevo a una investigación polifacética, en los campos de la Bioquímica y de la Biología Molecular, entre otros muchos, abriendo caminos para descifrar el código genético.
  
  
  
  Suyas son  las célebres frases  "En principio, la investigación necesita más cabezas que medios" y "El amor es la fundición de la física y la química"