El trabajo en equipo influye en el grupo de forma positiva, dado que genera entusiasmo y satisfacción además de fomentar el compañerismo y crear entornos de armonía. La fuerza del equipo se expresa a través de solidaridad y el sentido de pertenencia a la comunidad en la que viven y trabajan.
Para formar un buen equipo de trabajo es necesario considerar no solo las capacidades intelectuales de sus miembros sino también el carácter y la personalidad de cada componente.
En el trabajo en equipo es fundamental la función del líder para que exista el acuerdo sobre los objetivos planificados y las normas a seguir, que estén claros y sean alcanzables, para que todo el grupo se sienta comprometido hacia el logro y así el éxito de la tarea asignada no dependerá de factores externos sino solo del grupo.
En todo tipo de organización, es importante que las personas trabajen en equipo. Cada una debe aportar su parte para que el trabajo en equipo permita lograr los mejores resultados. Cuando se trabaja en equipo de forma eficaz, aparecen la sinergia que provocan la eficiencia en los resultados.
Hoy en día, los responsables de selección en las empresas valoran mucho más esta competencia del trabajo en equipo que la propia experiencia profesional. El trabajo en equipo se consigue con una buena comunicación, coordinación, complementariedad, confianza y compromiso, lo que se conoce como las 5 “C”.
El trabajo en equipo nos produce beneficios tanto a las organizaciones como a las personas, de entre ellos, los principales son; Aumenta la creatividad y favorece el aprendizaje > Mejora el conocimiento de los profesionales en el grupo > Permite compartir la responsabilidad dentro del grupo > Intensifica el desempeño y los resultados de equipo a través de la eficiencia y la productividad de sus miembros.
Aunque tenemos muchos ejemplos del trabajo en equipo, quizás por su relevancia en su momento destacamos aquí el viaje a luna, donde un gran equipo de técnicos y astronautas y sin olvidar a los profesionales del seguimiento de la misión en Fresnedillas de la Oliva (Madrid), entre todos lograron la gesta increíble de alunizar con éxito y volver.
Otro ejemplo más cercano en el tiempo, del trabajo en equipo, fue el campeonato mundial de fútbol 2010, ganado por la selección española en Johannesburgo (Sudáfrica), gracias no solo al gran trabajo de los futbolistas, sino a todo el equipo que hay detrás; entrenadores, fisios y otros profesionales, sin olvidar a Luis Aragonés como líder iniciador del proceso y Vicente del Bosque como entrenador nacional en el momento del éxito.
Este gran logro de la selección fue celebrado y compartido por la gran mayoría de los españoles, por su sentido de pertenencia a la nación en la que viven y trabajan.
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