Nos sorprende ver como gran parte de la oferta laboral en logística no se cubre por falta de profesionales capacitados. Esta situación nos lleva a la pregunta de si podemos afrontar el reto de la tecnología emergente acudiendo solo al mercado en busca de nuevos profesionales con capacidades suficientes para cubrir el desafío del uso de la tecnología en Logística. En mi opinión creo que no es suficiente.
Hace años, que el cofundador de Intel, Gordon Moore afirmó que, en la tecnología con futuro, aproximadamente cada dos años se duplica el número de transistores en un microprocesador. La consecuencia de esta Ley es que los precios bajan al tiempo que las prestaciones de los ordenadores aumentan. De aquí podemos inferir que la tecnología y herramientas de la información se duplican cada año. Por lo tanto, no tenemos capacidad suficiente de despedir y contratar constantemente profesionales para cubrir la brecha de la tecnología. En cambio, sí podemos reciclar a nuestros profesionales periódicamente mediante la formación interna o externa para facilitarles las nuevas habilidades y competencias que necesitan.
Además, tenemos otros problemas que debemos tener en cuenta también. Uno de los principales, es que vivimos en un mundo globalizado, en el que las empresas deben adaptar sus estrategias rápidamente en respuesta no solo a la competencia, sino a las demandas del nuevo consumidor, por los cambios provocados por la digitalización y la industria 4.0. Eso significa que la división entre la planificación y la ejecución de la estrategia hoy en día está obsoleta. Las organizaciones deben adaptarse continuamente, es decir, tienen que aprender mientras implementan las nuevas tecnologías.
Afortunadamente, hoy en día la formación no solo debe estar en las aulas, sino también dentro de las empresas, buscando y encontrando nuevas formas para facilitar la formación mientras se realiza el trabajo. Esto nunca sucede por casualidad, debemos crear nuevos modelos de formación e invertir en el desarrollo de procesos y herramientas de información aplicables al aprendizaje “in situ”. Necesitamos tomar acciones sobre los retos y desafíos que nos esperan, tanto a los empleados como a las sus organizaciones. También debemos crear entornos con capacidad de decisión en el que los profesionales se sientan cómodos y seguros asumiendo los riesgos que conlleva la experimentación y la práctica al mismo tiempo. Para ello debemos dar y recibir retroalimentación a tiempo mediante un “mentoring logístico” apropiado –aquel que plantea y responde preguntas y reconoce fallos - La formación logística interna y externa debe integrarse en todos los aspectos de la organización.
Otro tema de gran importancia que debemos tener en cuenta dentro del sector de la educación y la formación es que la implementación de las sucesivas mejoras y la formación continua basadas en la evidencia de los resultados, no ha funcionado bien. Debemos tratar a la formación como un proceso más dentro de la organización.
En resumen, como responsables de formación debemos revisar periódicamente cómo mejorar de forma continua las habilidades y las competencias de los profesionales más allá de la formación y el aprendizaje convencional. Debemos insistir en experimentar con nuevos métodos de formación y buscar enfoques que se basen en las mejores prácticas del mercado. Para ello tenemos que identificar y apoyar aquellos líderes del sector que están conectados con las necesidades del mercado y con suficiente capacidad para implementar la innovación necesaria en la formación logística para afrontar el reto y los desafíos de la tecnología emergente.
Comentarios
Publicar un comentario