Hay pocas industrias que experimenten hoy en día tantos cambios disruptivos como ocurre en el sector del Transporte y la Logística. Una reciente investigación de Forbes Insights, nos muestra que los grandes cambios producidos por la tecnología emergente están impulsando una transformación en el sector sin comparación alguna con el pasado.
Estas fuerzas transformadoras, que afectan principalmente al sector de la Logística y Transporte en España, serían:
- Cambios en la economía y en el sector - El sector del Transporte y Logística desde la salida de la crisis está viviendo un momento dulce de gran crecimiento y mejora de márgenes, ayudado por la mayor demanda generada por el comercio electrónico. El resultado neto es: más demanda de carga, más cargas y más vehículos en las carreteras que acentúan la capacidad de la industria. A pesar de la escasez de conductores y de unos costes de transporte significativamente mayores, que reducen los márgenes de las compañías. Esta situación, unida a los nubarrones económicos que se ya ven en el horizonte, nos hace pensar en unas nuevas crisis.
- El comercio electrónico y el efecto "Amazon"- A medida que aumenta la demanda por el comercio electrónico, los patrones fundamentales de la distribución tradicional están cambiando radicalmente. En concreto, las demandas de los consumidores por obtener entregas cada vez más rápidas están obligando a las empresas a almacenar sus productos cada vez más cerca de los clientes finales.
Sin duda, la irrupción de Amazon ha creado un punto de inflexión en la entrega del producto. El llamado efecto “Amazon” aumenta las expectativas de los consumidores, donde las entregas ya no se miden por días sino por horas.
El impacto neto de este cambio disruptivo es profundo porque erosiona los márgenes de toda la cadena de valor: fabricantes, distribuidores y operadores logísticos. Sin duda la entrega de última milla está evaluando continuamente los parámetros de la entrega y sus costes.
- Tecnología - Sin duda la gran fuerza transformadora del Transporte y Logística es y será la tecnología. Para entenderlo mejor debemos clasificar a ésta en Tecnología de primera necesidad y Tecnología emergente.
Con relación a la Tecnología de primera necesidad, los desafíos actuales del Transporte por carretera, como es el aumento de la demanda en medio de la falta de conductores, la congestión del tráfico y una legislación restrictiva, pronto podrán ser abordados por un profundo avance tecnológico de primera línea o necesidad. Por ejemplo, ya se están probando con éxito vehículos autónomos. A medida que estas maravillas tecnológicas evolucionan, "Platooning” es una realidad ensayada.
Además, una amplia gama de tecnologías de seguridad de primera necesidad ya está disponible. Por ejemplo, hoy en día los camiones de todos los tamaños pueden estar equipados con alarmas de salida de carril. Del mismo modo, los vehículos pueden estar equipados con sistemas que los frenarán si hay un peligro por delante. Otras tecnologías de seguridad en vehículos pueden incluir cámaras y radar con visión trasera, alertas para los conductores cuando los objetos están en puntos ciegos, control de velocidad constante adaptativo y estabilidad de vuelco, es decir Sistemas Inteligentes de Transporte.
Por otro lado, tenemos a la Tecnología emergente, como la tecnología más disruptiva, al considerar la gran cantidad de avances tecnológicos que tenemos en marcha: Big Data y el análisis predictivo, Inteligencia artificial, El aprendizaje automático, Blockchain, Sensores y IoT, etc. Estas y otras herramientas relacionadas conllevan el potencial de conferir una enorme ventaja competitiva a los primeros usuarios logísticos.
- Legislación – La legislación y el marco regulatorio es otra de las fuerzas principales transformadoras del sector del Transporte y Logística. Sin duda todos estos avances tecnológicos deberán estar acompañados por una legislación oportuna y adaptadas a las necesidades del mercado. Confiemos en el buen criterio del legislador para no perder la gran oportunidad tecnológica que se nos presenta para competir en un mercado cada día más global.
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