La gestión del circulante es un proceso logístico

En épocas de vacas flacas donde conseguir financiación externa es tarea casi imposible, las organizaciones  deben  enfocarse en la optimización de su capital circulante porque es la forma de obtener financiación más segura, rápida y económica. 

Cuando elegimos financiarnos internamente podemos desarrollar estrategias que dependen solo de nosotros y que podemos trasversalizar a toda la organización  mediante planes concretos a todos los niveles operativos: inventarios, entregas y pagos mediante objetivos precisos en cada una de las funciones o procesos, de forma que todos trabajen hacia una única meta simple, entendible y  coherente:

“Tener menos días en el ciclo de conversión de efectivo para tener mayor liquidez”

Estas estrategias internas enfocadas en el capital circulante se ven impulsadas por la tecnología actual  que nos facilita la visibilidad del inventario así como la agilidad en los datos de la mercancía en tránsito a través de la red, permitiéndonos que las transacciones entre bancos, proveedores y clientes  puedan suceder de forma precisa y cuasi instantánea y con una calidad en la información que mejora constantemente. 

El resultado de este planteamiento de financiación interna es:
  • una posición financiera más saludable, 
  • una gestión estratégica más solida en el largo plazo, y 
  • una métrica simple donde las organizaciones pueden medir la eficiencia de su cadena de suministro.
En épocas de vacas gordas,  las organizaciones  se olvidan  de estos planteamientos porque normalmente cuentan con encontrar crédito en instituciones financieras para soportar sus operaciones corrientes  e inversiones en capital. En cambio en épocas de vacas flacas, la falta de crédito y su elevado coste, las organizaciones vuelven a considerar seriamente sus fuentes de financiación internas para extraer liquidez desde una buena gestión del capital circulante ya que en un entorno cada vez más global los analistas se fijan mucho más en las compañías con mayor liquidez.

Esta forma de gestión del circulante que no es nueva, ni implica especialistas financieros, cada vez es más popular y está  en  manos de los responsables logísticos pues, como decimos al principio, la gestión del circulante es un proceso logístico, máxime cuando la complejidad de la demanda en cadenas de suministro globales están llevando a las compañías a implementar la tecnología necesaria para tener una visión completa  de la actividad logística a través de la red, desde el proveedor hasta el cliente. 

Para ello los responsables logísticos deben gestionar el capital circulante, a través del ciclo de conversión de efectivo –desde el suministro y pago a proveedores hasta la entrega y cobro del producto terminado a los clientes-  este ciclo se desagrega para reducir el ciclo y obtener más liquidez mediante la fórmula:

DCI Días pendientes en conversión del inventario
DCC Días pendientes en cuentas por cobrar
-
DCP Días pendientes en cuentas por pagar 
CCE Ciclo de conversión de efectivo necesario en días
desde que compramos hasta que vendemos nuestro producto.

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